Mes: agosto 2019

¡No a la taurocensura!

La tauromaquia ha descendido en nuestro país de manera drástica, guste o no, el mundo del toreo, que en un pasado encandiló a muchas generaciones iniciándose ya en la edad de bronce y que se prolongaría hasta finales del siglo XX, en pleno siglo XXI ha iniciado un declive notorio, generando más fobias que filias dentro de la sociedad española. El gentío ha pasado de ver al torero como un joven y valiente que desafiaba a un animal ‘indomable’ a considerarlo como un asesino despiadado que se enfrenta a un mamífero inerme y desprotegido.

Para mí, desde luego, no creo que ni el torero sea un héroe ni tampoco el toro tan dócil como un animal doméstico, de hecho, considero que la tauromaquia es una profesión como otra cualquiera en la que tu talento con el capote y las banderillas puede provocar por un lado el éxito y por el otro, la propia muerte del torero por un conjunto de malas decisiones frente al animal o por tener un mal día en el que el toro demuestre su poderío y su superioridad frente al humano al que se enfrenta en el ruedo.

De todas formas, el motivo por el que escribo estas palabras no es para apoyar la tauromaquia, aunque tampoco para criticarla, se debe a que soy contrario a aquellas personas que quieren coartar la libertad de unos para poder acudir a este tipo de eventos por su propia imposición moral, que no legal. Los toros no deben de prohibirse, ya de por sí es una disciplina que va en decadencia, que se está muriendo por si sola poco a poco sin necesidad de meter mano en ella, ya que gran parte de la juventud es antitaurina. Por esa razón creo que con el paso de un par de décadas seguramente a los empresarios ya no les compensará organizar corridas de este tipo por falta de espectadores, siendo el motivo principal, que en este tipo de actos culturales la mayor fuente de ingresos es debida a que el público que mayoritariamente acude a ello, es de edad bastante avanzada dando como resultado que este arte tenga una pronta fecha de caducidad en el momento en el que este tipo de target, el veterano, ‘cierre el ojo’.

Volviendo al tema de los antitaurinos quiero hacer mención sobre el sector más radical, el que pretende abolir esta disciplina basándose en que el animal es un ser vivo que tiene sentimientos y sufre. Habría que recordar a este tipo de ‘personalidades sensibles’ que la gran mayoría de los alimentos que consumimos provienen de animales. Las salchichas vienen del cerdo o del pollo, el jamón serrano del cerdo, las pechugas del pavo y otros tantos ejemplos que podría mencionarles a todos éstos mentecatos que nos venden que les afecta mucho todo lo relacionado con el colectivo animal. A estos mismos fanáticos les haría la siguiente pregunta: ¿Cuándo coméis ese tipo de animales que he mencionado con anterioridad no os solidarizáis con esos pobres seres vivos que os estáis metiendo a la boca fritos, guisados o cocidos?

A mí, por ejemplo, no me gusta la tauromaquia y mi forma de repulsa es no acudiendo a ese tipo de eventos y como yo, sé que los hay cientos o incluso miles de personas las que no les guste ese mundo y por ese motivo creo que hay que dejar que profesiones como esta vayan desapareciendo poco a poco por falta de afluencia y no por el imperativo legal de unos pocos fanáticos, porque si acudimos a la prohibición entonces parecería que estamos en otra época en la que la censura estaba a la orden del día.

El ser humano debe de ser libre para acudir a una plaza de toros como el que acude a un estadio de fútbol o como el que va a ver una disputa de boxeo. La imposición jamás será la solución y por eso desde aquí manifiesto que cada uno acuda a donde quiera. ¡Digo no a la taurocensura!

Artículo de Jonathan Turrientes recogido del medio de comunicación El Diestro

La guerra de las perspectivas

Esta semana el gobierno de la Junta de Andalucía formado por el binomio PP y C’s presentaba una campaña contra la violencia de género en la que podíamos observar la aparición de mujeres sonriendo acompañadas de frases motivadoras, algo que no ha gustado a la izquierda, de hecho, el PSOE lo ha manifestado en diferentes ocasiones afirmando que no se debe de frivolizar con este asunto poniendo el foco de atención sobre esta misma campaña andaluza.

Lo afirma el partido que ha incurrido en mil y una contradicciones desde que Pedro Sánchez está como líder, la misma formación que tanto en Aragón (2017) como en Andalucía (2013) había utilizado en sus gobiernos autonómicos una estrategia de marketing similar a la establecida por la Junta de Andalucía encabezada por Juan Manuel Moreno Bonilla. ¿Realmente al PSOE y a la izquierda en general les importan las mujeres o la cuestión es criticar sin motivos lo que hagan los del otro lado de la horquilla política?

Entiendo que este tipo de campañas en las que sale una mujer feliz o triste tras sufrir episodios asociados a la violencia de género son asuntos morales y como asuntos de esta índole, cada uno lo verá desde su perspectiva, no existen verdades objetivas ni para el que apoya las sonrisas en los carteles ni para el que lo hace exigiendo que salgan mujeres con caras de tristeza por mucho que más de una persona vaya de abanderada de la verdad o lo que es lo mismo, de su verdad impuesta.

Toda esa gente que insulta a los que consideran que ‘la campaña de las sonrisas’ es positiva o que señalan que los del gobierno autonómico se ríen de las mujeres maltratadas demuestran por un lado actitudes totalitarias y por otro una mezquindad inmensa ya que lo que el binomio de derechas busca con esa maniobra es fortalecer a las mujeres maltratadas lanzando mensajes esperanzadores hacia ellas.

Para mí desde luego, este tipo de campañas son positivas puesto que te hacen ver que hay salida a este tipo de violencia y como dice el dicho: Después de la tempestad viene la calma. No podemos hacer ver al mundo que una mujer se va a pasar toda la vida marcada por un suceso puntual. Puede ser que le marque o puede ser que no, pero lo que hay que intentar es hacerlas olvidar esos trágicos episodios y para ello, campañas como la andaluza son buenas para impulsarlas a que vivan, sueñen y que se ilusionen ante los nuevos retos que les deparará la vida.

Por ese motivo, creo que el gobierno de la Junta de Andalucía en este caso, ha estado muy acertado a consecuencia de que en este tipo de situaciones en las que se puede ver el vaso medio lleno o medio vacío hay que apostar por verlo de la primera forma, medio lleno. Por otro lado, observo que el PSOE y la izquierda en general, merecen un gran tirón de orejas por querer aplicarse el dicho de a río revuelto ganancia de pescadores.

Contra este tipo de maltrato y contra todos los que hay en general, lo que hay que hacer es aunar fuerzas entre partidos y no repartir estopa con fines electoralistas, algo que, a más de un político, habría que recordarle de manera continuada. Hoy es a los de la izquierda, pero quizás mañana estas críticas las puedo lanzar contra la derecha.

error: Content is protected !!
0
    0
    Your Cart
    Your cart is emptyReturn to Shop